Síndrome pulmonar por hantavirus

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Síndrome pulmonar por hantavirus
Especialidad neumología
El ratón de cola larga (Oligoryzomys longicaudatus) es uno de los reservorios conocidos de los hantavirus.

El Síndrome pulmonar por hantavirus (SPHV o HPS por las iniciales en inglés) es una enfermedad infecciosa causada por distintos virus del género Hantavirus, familia Hantaviridae. La enfermedad es mortal en una alta proporción de casos.

Agente causal[editar]

Los hantavirus son un tipo de virus ARN responsables de 2 enfermedades agudas en humanos, la fiebre hemorrágica con síndrome renal y el síndrome pulmonar que se conoce con las siglas SPHV. Existen diversos virus de la familia hantavirus que se han detectado como agentes causales: Black Creek Canal, Bayou y Sin Nombre en Estados Unidos y Andes, Orán, Lechiguanas y HU39694 en Argentina. Todos ellos tienen su reservorio en roedores salvajes, uno de los principales es el ratón de cola larga (Oligoryzomys longicaudatus), especie que tiene un hábitat rural o semirrural y no se encuentra en los grandes núcleos urbanos, otras especies de roedores en las que se ha detectado el virus son: Peromyscus maniculatus, Oligoryzomys flavescens, Akodon azarae, Necromys obscurus, Oligoryzomys chacoensis y Calomys callosus. La infección en los roedores apenas les produce síntomas y puede durarles toda su vida.[1][2]

Cuadro clínico[editar]

Los primeros casos conocidos del síndrome pulmonar por hantavirus tuvieron lugar en el año 1993 en Estados Unidos. Los síntomas iniciales consisten en fiebre, dolores musculares, náuseas y dolor de cabeza. Rápidamente se instaura una insuficiencia respiratoria y edema pulmonar que desembocan en los casos más graves en un cuadro de shock, acidosis láctica y muerte. En los análisis de sangre suele detectarse disminución del número de plaquetas (trombocitopenia) y aumento de leucocitos (leucocitosis).[3]

Mecanismo de transmisión[editar]

La enfermedad se contagia a humanos a través de roedores, se han producido casos en diferentes países de América: Canadá, Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Panamá. Los roedores silvestres eliminan los virus a través de la saliva, la orina y las heces. Los humanos adquieren la infección mediante diversos mecanismos:

  • Mediante la respiración, al inhalar aire contaminado por pequeñas partículas procedentes de animales infectados.
  • Por contacto directo, por ejemplo tocando directamente roedores infectados o cualquier objeto en el que se hayan depositado los virus, sobre todo si existen erosiones en la piel o las manos entran en contacto con la mucosa oral sin lavado previo.
  • Por mordedura de un roedor infectado.
  • Mediante la ingesta de alimentos o agua contaminados por las deposiciones de roedores.

El mecanismo de contagio más frecuente es a través de la inhalación de aire con partículas contaminadas, especialmente en espacios cerrados poco ventilados que recientemente hayan estado ocupados por roedores. El virus es muy lábil y resiste poco tiempo en lugares soleados, por lo que la transmisión en exteriores expuestos al sol y el viento es poco probable.[2]

Se ha postulado la posibilidad de que existiera contagio entre humanos, pero no está probado y se trataría en todo caso de un mecanismo de transmisión excepcional. Tampoco existe riesgo de contagio conocido por contacto con insectos, animales domésticos o ganado.[2]

Referencias[editar]